18 de marzo del 2024

Vinha de Souza: el goleador extranjero más importante en los años setenta

Cosme Édice Vinha de Souza no está en la memoria de las nuevas generaciones celestes, como sí lo está, por ejemplo, Julinho. Sin embargo, en algo coinciden las biografías de ambos brasileños. Los dos tuvieron que hacer una escala previa en el Perú antes de llegar a La Florida (Julinho en Defensor Lima, Vinha en Porvenir Miraflores). Y los dos hicieron gritar muchos goles a los hinchas bajopontinos.

Vinha llegó al Perú en 1970, a Porvenir Miraflores, donde permaneció dos años. Pese a sus goles y buenas actuaciones, los miraflorinos descendieron en 1971. Aquel año, también había traído sinsabores para Cristal: la apuesta por el alemán Rudi Gutendorf falló y los rimenses no clasificaron a la Libertadores.

En La Florida buscaron a un técnico nacional y ficharon a Marcos Calderón; entre los nuevos jales, Vinha fue elegido como el nuevo ‘9’. Tenía, como compañeros y competidores de ataque, a Carlos Gonzales Pajuelo, Juan Orbegozo, Reynaldo Jaime y Tadeo Risco.

Su debut fue con gol: el domingo 2 de abril de 1972, en el estadio Nacional, Cristal le volteó un partido a Defensor Lima por 2-1, por el Interzonal. Vinha anotó el gol del triunfo a los 89’, venciendo el arco de Carlos Burella.

Vinha anotó seis goles más en aquel mini-torneo, previo al Descentralizado; Cristal ganó la etapa metropolitana del Interzonal y eso le aseguró una plaza en la liguilla por el título nacional. Tal vez por ello, la campaña en la fase regular del Descentralizado no fue buena.

Vinha recién volvió a anotar en la sexta fecha del Descentralizado, en la victoria celeste por 0-2 sobre Universitario. Once tantos más hizo en aquellas 30 fechas: su mejor tarde fue en Trujillo, el 10 de septiembre, cuando marcó un hat trick en la valla de Santiago Carty, en la victoria rimense por 0-4 sobre Mannucci.

Cristal, pese a quedar sexto, ingresó al hexagonal, con la ventaja de no cargar con el puntaje acumulado. En la liguilla, los rimenses fueron demoledores, aunque Vinha solo pudo anotar en la fecha inicial, el 19 de diciembre, en la victoria 2-1 sobre Deportivo Municipal. En las fechas que siguieron, Cristal empató 1-1 con Universitario, venció 1-0 a Alianza Lima y José Gálvez, y se consagró finalmente con una igualdad (1-1) ante Defensor Lima. Fue la única vuelta olímpica que Vinha dio en el fútbol peruano; con 21 tantos, fue el goleador de la campaña celeste.

1973 vino con el desafío de una Copa Libertadores y el primer gol internacional de Vinha: el 17 de febrero, marcó el gol de la victoria de Cristal por 1-0 sobre Olimpia en el Nacional. Su segundo y último tanto copero fue dos semanas más tarde, el 2 de marzo, cuando los rimenses derrotaron, también por la mínima, a Universitario.

El campeonato doméstico le volvió a sonreír desde el comienzo: el 13 de abril de 1973, por la primera fecha del Descentralizado, Vinha marcó un hat trick en la goleada de Cristal por 7-1 sobre Cienciano.

Aquel año fue incluso mejor para Vinha, pese que Cristal no alcanzó el bicampeonato: por segundo año consecutivo, Vinha se consagró como máximo artillero de la campaña rimense, esta vez con 20 goles, uno menos que en 1972, aunque en menor cantidad de encuentros disputados (en 1972 anotó 21 en 49; en 1973, 20 en 39). Una de sus tardes más recordadas fue el 22 de julio, cuando marcó, en la valla de Ricardo Valderrama, los dos goles de la victoria de Cristal por 2-1 sobre Universitario.

Entre las fechas 23 y 32, alcanzó su pico de rendimiento: anotó en ocho de diez partidos seguidos. En dicho lapso, marcó contra Melgar (triunfo 3-0), SIMA (triunfo 1-0), José Gálvez (triunfo 0-1), Unión Tumán (derrota 1-2), Defensor Lima (1-1), Alianza Lima (triunfo 1-0), CNI (triunfo 0-1) y Universitario (1-1); solo dejó de anotar en las fechas 27 (derrota 1-0 contra Torino) y 31 (derrota 2-0 contra Grau).

Cristal terminó como líder de la etapa regular, pero en la liguilla no le fue bien. No pudo ganar en las tres primeras fechas (perdió 1-0 contra Defensor Lima y Municipal, y empató 1-1 contra Universitario) y sus victorias sobre Melgar (3-2) y Alianza Lima (2-0) fueron insuficientes, pues los ‘carasucias’ dieron la vuelta. En el último choque contra los blanquiazules, Vinha anotó los dos goles que aseguraron el segundo puesto y la clasificación a Copa Libertadores.

La despedida del ‘9’
1974 no fue un buen año para Vinha ni para Cristal, que terminó séptimo y no pudo entrar a la liguilla. En la Libertadores, el brasileño tampoco anotó, mientras que, en el torneo local, apenas hizo cuatro tantos: marcó dos goles a Atlético Chalaco en la fecha 8 (victoria 2-1), un gol contra Cienciano en Cusco (3-3, fecha 10) y uno más contra Barrio Frigorífico (4-0; fecha 13).

Ese año dejó La Florida y fue fichado por Tigres de México, donde no le fue bien. Regresó a Cristal en 1977 para jugar una segunda, breve y última etapa. En aquel año, encontró poco espacio entre los titulares: en su puesto estaban también Oswaldo ‘Cachito’ Ramírez, Percy Rojas y Héctor Bailetti. Vinha solo pudo anotar tres goles: uno ante Defensor Lima (victoria 4-2) por el Interzonal y dos más por el Descentralizado. El 12 de junio, hizo el descuento en la derrota 3-1 ante Alianza Lima en Matute. Finalmente, el 19 de junio anotó su último gol en el fútbol peruano: en Huancayo, venció la valla de Eloy Martín en la caída de Cristal por 3-1 ante Deportivo Junín.

Entre el Descentralizado y la Libertadores, Vinha anotó cincuenta goles para Sporting Cristal: fue su goleador extranjero más importante en los años setenta.

Su último partido con chompa celeste fue el 16 de julio de 1977: entró por Héctor Bailetti en un empate 1-1 contra CNI en Matute. Se despidió en silencio, siendo fichado por Deportivo Galicia de Venezuela, donde estuvo tres años y consiguió un título (1979).