28 de marzo del 2024

La Cancha: Cienciano 2 – Sporting Cristal 2

Decir que este fue el partido más bajo de Sporting Cristal no sería del todo correcto. Sería ignorar que los dos triunfos anteriores que sacamos de visita (Moyobamba y Cajamarca) tampoco nos dejaron conformes. Ya entonces vimos que la defensa daba ventajas y que la razón de los triunfos fue el rendimiento ofensivo del equipo y la fortuna que evitó que los respectivos locales capitalizaran las que creaban. Pero, ya lo sabíamos, tampoco es que César Pereyra va a hacer tres goles en cada partido.

Ayer en el Cusco, la defensa volvió a dar ventajas. Fueron errores individuales, puntuales, es cierto. Pero también es cierto que basta un error puntual e individual en defensa para que los partidos se vayan. Recordemos la noche de copa en el Nacional contra Racing Club. Bastó un error puntual y el partido se nos fue.

La hinchada tiende a subrayar estos errores e individualizar la crítica. No creo que sea lo adecuado. Esta claro que la mayoría discrepa de las elecciones del técnico en la formación defensiva, es claro que muchos preferirían que los errores – si es que aceptamos que siempre van a haber errores -, por ejemplo, sean de Luis Abram y no de Renzo Revoredo. Pero, la discrepancia con las decisiones de Daniel Ahmed al momento de armar el equipo titular no nos puede llevar a la irreflexividad de centrar la crítica y atacar a los nuestros. Más aún si es que se nota que – a pesar de los errores – no se les puede reprochar falta de entrega ni sacrificio. Igual, no es suficiente, el hincha de Cristal busca y exige excelencia. Por eso es hincha de Cristal, pues.

En el colectivo, creo que la falencia fue otra y debida más bien a una virtud de Cienciano. El local supo presionar y acortarnos la cancha muy bien. Durante gran parte del partido fueron impasables y ni Carlos Lobatón, Horacio Calcaterra o Irven Ávila pudieron encontrar la manera de romper la línea posterior del Papá. Cienciano se fue al descanso ganando bien un partido más por su disciplina que por su fútbol.

Los ingresos de Diego Manicero y Jairsinho Gonzáles marcaron una diferencia en la intención rimense. Se buscó abrir esa defensa y se arriesgó al ataque sacando a Revoredo y retrocediendo a Jorge Cazulo. Los remates de larga distancia de Maniceros, no todos felices, graficaban esa intención cervecera. Intención que, aunque clara, siguió siendo insuficiente hasta que el capitán abrió el camino. El fútbol es así, cuando no se puede imponer argumentos, se necesita calidad. Y Loba tiene calidad de sobra. La presencia de un jugador excepcional marca la diferencia en todos los campeonatos del mundo. Si un equipo tiene al genio en la cancha, tiene más argumentos para llevarse partidos. Loba en la cancha es garantía de virtud. En un partido cerrado, con posesiones disputadas, con pocas chances claras, un conejo del sombrero marca diferencia.

Nadie esperaba ese remate de Loba. Un remate inusual, de altura, con la pelota a gran velocidad tomó la altura precisa y no bajó nunca sino hasta que las redes detuvieron su viaje. Un gol inatajable. Carlos Lobatón. Explicar este tanto de descuento es inutil, sólo basta pronunciar el nombre del autor para entender lo que fue. Carlos Lobatón. El nombre lo dice todo.

Pero sería injusto reducir todo a Lobatón. Si Loba abrió el camino, el equipo no dejó de transitarlo. El penal, con un Cienciano que esperaba cerrar el partido en positivo, fue el premio a un Cristal que no se rindió. Bien Beto da Silva para ganar la posición y magistral el capitán para apagar cualquier duda. Un empate que suma y que nos permite seguir arriba manteniendo una genial racha de invicto que se prolonga semana a semana.

No se vio todo lo que Cristal puede, sabe y debe brindar, pero tampoco es el espejismo que se podría pensar. Cristal logra resultados con su juego. Con la táctica y la estrategia y también con sus virtuosos. A la larga es un equipo. Y Cusco siempre – siempre – nos ha sido difícil. En Sporting Cristal no se celebran empates, pero el de ayer permite regresar a Lima con tranquilidad y apostar a nuestras propias virtudes para alargar la racha en las siguientes fechas.

Por: Chalo
Director de elcristalconquetemiro.com