19 de marzo del 2024

El alemán Record que estuvo en el banco celeste

Algunas fuentes señalan que está en el Libro de los Records Guinness, aunque nuestra busca virtual no ha dado resultados. Si no lo está, tal vez debiera estarlo: Rudolf ‘Rudi’ Gutendorf, nacido en Koblenz en 1926, dirigió a 47 planteles (entre clubes y selecciones) en 29 países distintos, en los cinco continentes; sus aventuras incluyeron a más de veinte selecciones nacionales. Ni Bora Milutinovic ni el ‘Cabezón’ Cubilla llegaron a tanto.

Gutendorf se retiró tempranamente del fútbol y siguió cursos nada menos que con el legendario técnico alemán Sepp Herberger. Su biografía incluyó a varios equipos amateur de su país, dirigidos tal vez de forma simultánea, entre 1946 y 1954. Formalmente, sin embargo, su carrera se inició en Suiza en 1955, cuando tomó las riendas del FC Blue Stars de Zurich y luego del FC Luzern.

En Alemania, en los años sesenta, trabajó en escuadras como Duisburgo, Stüttgart y Schalke 04. También dirigió, además de en el fútbol suizo, en Túnez, Estados Unidos y Bermudas, antes de llegar al Perú, en 1971.

Un Herr en La Florida
Algunas fotografías antiguas muestran a Gutendorf con pinta de hippie cuarentón; en otras, aparece más que formal; una fotografía, incluso, lo muestra posando con el plantel de Cristal, vestido con un sobretodo. Las anécdotas tampoco concuerdan: algunas recuerdan el rigor de su disciplina y su prédica en favor del catenaccio, que chocó en una época en la que el fútbol peruano destacaba por el fútbol-espectáculo (los setenta en pleno).

Otros lo recuerdan como un personaje extravagante que llegó acompañado de una esposa bellísima, llamada Ute. Ramón Mifflin recuerda que, alguna vez, Gutendorf quiso obligarlos a entrenar saltos mortales entre sus ejercicios de rutina y que el plantel se rebeló.

El día que Gutendorf fue presentado como nuevo técnico de Cristal por los dirigentes Josué Grande y Augusto Moral

Gutendorf llegó a Lima tras la eliminación de Cristal de la Copa Libertadores, reemplazando a Sabino Bártoli. Su misión era conseguir el bicampeonato nacional y parecía encaminado a cumplirla, luego de una primera rueda fantástica.

Ganó sus primeros cinco encuentros (1-0 a Mannucci, 2-1 a Alianza Lima, 2-5 a Porvenir Miraflores, 2-1 a Atlético Torino, 2-4 a Defensor Lima) hasta que en la sexta jornada perdió el invicto: ADO del Callao lo venció 1-2. Terminó la primera rueda como líder, con 10 triunfos en 15 encuentros.

Pero en la segunda mitad del Descentralizado, el Cristal de ‘Rudi’ se desplomó. De los quince encuentros restantes, solo ganó tres (3-2 a Juan Aurich, 2-0 a José Gálvez, 1-0 a Sport Boys). Terminó cuarto y sin Copa Libertadores. Este declive incentivó una de las primeras leyendas de ‘camitas’ en nuestro fútbol. Gutendorf no renovó para 1972, en que Cristal contrató al ‘Oso’ Marcos Calderón y recuperó el título. Sin embargo, ‘Herr Rudi’ dejó otro legado: unas barreras de madera que mandó a construir para ensayar los tiros libres y que hasta hace unos años se seguían empleando en La Florida

El técnico alemán no dejaba escapar ningún detalle, como aquí que se encarga de ayudar con el calentamiento previo del arquero celeste Rodolfo Bazán

De avión en avión
Tras irse del Perú, Gutendorf recaló en nuestro vecino país del sur: Chile lo contrató como su seleccionador a mediados de 1972. Allí lo recuerdan como fabulador, pues en un medio alemán declaró que había clasificado a ‘La Roja’ al mundial de 1974, que era muy amigo de Salvador Allende y que había fugado en un vuelo de Lufthansa tras el golpe de Augusto Pinochet (11 de septiembre de 1973), cuando en realidad había sido despedido en marzo de 1973, dos meses antes de disputarse las Eliminatorias en las que Chile (con Luis Álamos como DT) eliminó a Perú y medio año antes del ataque a La Moneda.

Un tiempo más se mantuvo en Sudamérica: fue fugaz técnico de las selecciones de Bolivia y Venezuela. En 1975, lo fichó el Valladolid de España, donde se recuerda que una vez levantó a sus jugadores a las seis de la mañana y los obligó a trotar por una avenida industrial, para que estos vieran el trabajo que hacían, a esas horas, los obreros en las fábricas.

Su currículum siguió creciendo y lo fue llevando a lugares cada vez más remotos para un europeo: estuvo en las selecciones de Trinidad y Tobago, Granada, Antigua y Barbuda y Botsuana; a comienzos de los ochenta, en las de Australia, Nueva Caledonia, Nepal, Tonga y Tanzania. A la Bundesliga volvió en pequeños interines: en Fortuna Köln (1976), Hamburgo (1977) y Hertha Berlín (1984).

Condujo posteriormente a un equipo de Japón (FC Yomiuri), para luego circunscribir su carrera a selecciones: entre fines de los ochenta y fines de los noventa, Gutendorf pasó por Santo Tomé y Príncipe, Ghana, Fiyi, Irán (sub-23), China (sub-23), Zimbabue, Islas Mauricio y Ruanda, donde dirigió en 1999, solo cinco años después del genocidio del pueblo tutsi.

Su carrera concluyó en 2003, con la selección de Samoa, y de allí sus aventuras por el mundo cesaron, más por presión familiar que por incapacidad física. En adelante, siguió dirigiendo a clubes de categoría amateur y se entregó a los reportajes televisivos.

Quién sabe si toda su trayectoria puede respaldarse con documentos; quién sabe si es verdad que está en los Guinness. Cuanto menos, Gutendorf quedó en la historia del fútbol peruano: fue el único alemán que dirigió en nuestro territorio.